En septiembre pasamos unos días en casa de una amiga en Castellterçol. Parece mentira lo lejos que te puedes sentir de Barcelona estando solo a unos 60 kilómetros. Y al decir lejos me refiero a que allí se respira, paz, tranquilidad, silencio...
Por las noches no se oía más que algún coche de vez en cuando.
Lo mejor fueron las excursiones que hicimos. La mejor fue sin duda, El Molí de Brotons y el Salt de la Tosca.
Nosotros salimos desde Moià, si se sale desde Castellterçol es una caminata más larga y al ir con niños, preferimos hacerla más corta.
Con el coche hay que llegar al Camí de les Creus y seguir por el Camí de la Vila-rasa. Este último ya no sale en el Gmaps. Dejamos el coche pasada una casa de colonias, a unos 3 kilómetros del destino.
Las coordenadas las he encontrado buscando en Internet, quizá os sean útiles, nosotros no las llevamos y seguimos las indicaciones y es cierto que puede llegar a ser confuso y puedes no encontrarlo.
La primera parte del camino no tiene pérdida.
No has de perder de vista nunca el Torrente y hay indicaciones, sobretodo al principio.
El paisaje es precioso y no nos encontramos apenas excursionistas ese día. Es fácil, con algún desnivel pero muy asequible para niños.
Cuando llegas a un cruce donde indica que ahí está el Molí (sin indicar si has de seguir, o girar) y en cambio ya te indica los siguientes puntos en la misma u otra dirección, has de girar a la izquierda por un camino que tiene una cadena para evitar que pasen los coches.
A partir de ahí vas de bajada y te vas acercando al torrente, aunque todavía queda un kilómetro o un poco más.
Cuando llegas abajo y ya puedes ver por donde baja el agua, si giras a la derecha y te encuentras una pequeña capilla (Mare de Deu de la Tosca), ya te has pasado el caminito entre arbustos que te lleva al Molí.
Igualmente yo recomiendo seguir y llegar al agua (puede que esté un poco seco), ahí fue donde nosotros nos paramos a comer y nos acompañaron las vacas :-)
Si vuelves por donde has venido y dejas la capilla a tu izquierda, cuando vuelves a encontrarte el camino de vuelta, has de seguir recto. Parece que no hay camino, pero lo hay, entre arbustos, que al principio has de apartar, aparece un camino estrecho.
No hay que caminar mucho desde ahí. Lo que más me gustó es que de repente el camino gira un poco hacia la derecha y Zas! ante ti aparece esta preciosa vista que te deja sin palabras. Es precioso y no lo ves venir, simplemente te lo encuentras.
Os lo recomiendo. Es impresionante.
Hasta la próxima.