No daba demasiadas pistas sobre el argumento pero el título, la portada y lo poco que explicaba el periodista me hicieron apuntarlo en mi lista de libros que permanentemente va creciendo en mi teléfono móvil.

No me ha decepcionado en absoluto. Al contrario. He leído que lo comparan con Pérdida y La chicha del tren. Yo que he leído los tres y he disfrutado con cada uno, he de decir que este es el mejor de ellos. 

Uno de los motivos es que la escritora consigue confundirte permanentemente. Y necesitas seguir leyendo y no parar, para acabar de entender.  Y no porque no esté bien escrito. Sino porque es justo lo que busca. Que pienses, que emitas juicios, descolocarte.

También busca generar empatía, y después te hace perderla al instante. 

Es una buena historia. Muy bien enlazada. No te dejará indiferente.