Hoy os doy un consejo: Nunca hay que tirar nada cuando se cocina. Os cuento. 

El miércoles hice una Quiche con una masa de hojaldre rectangular. Los trozos de hojaldre que me sobraron, al ajustar la masa al molde redondo, los utilicé para hacer Minicroissants de Nocilla, que nos comimos de postre.

Es tremendamente fácil. La receta es similar a que la que compartí hace unos días de Napolitanas. Simplemente hay que cortar la masa en triángulos alargados. Yo como lo hice con trozos irregulares, me tuve que apañar :-).

Si compras la masa de hojaldre redonda, puedes cortarla como si fuera una pizza para que te salgan triángulos perfectos. 

Han de ser triángulos isósceles, para entendernos, dos lados iguales y más largos que el tercero.

Poner una cucharada de postre en cada triángulo sobre la parte más ancha.

Hornear 15 minutos a 200 grados. Aplicar el glaseado (agua templada con azúcar glasé) con un pincel justo al sacarlos del horno y verter por encima, mientras esté mojado, las virutas de chocolate para que queden fijas al glasé.

Así de sencillo. Aprovechar cuando tenéis el horno caliente por haber cocinado algún otro plato y en un momento podéis tener estos fantásticos Croissants de Nocilla. 

Espero que os haya gustado. Gracias por leer, comentar y compartir.

Hasta la semana que viene.

Esta es una entrada muy especial para mí. Hace unas semanas publiqué la receta de las Tortitas Americanas que tantas veces hacemos en casa los fines de semana. Hoy os muestro otra variante, aprovechando la próxima celebración de Saint Patrick's Day en Irlanda, el 17 de marzo.

Uno de los motivos para que tenga especial ilusión en la publicación de hoy es que por primera vez colaboro con otra bloguera que he conocido gracias a su fantástico Blog de Cocina. Siempredulces.

Carol dedica su blog a la repostería en exclusiva, y además de enseñarnos de una manera muy didáctica como elaborar postres increíblemente apetecibles, hace unas fotos preciosas, por lo que darse una vuelta por su Blog es un gran placer. 

Destaco recetas como la que publicó el pasado martes “Tarta del Diablo”, chocolate y más chocolate, sólo ver la foto principal dan ganas de hincarle el diente. O su increíble Tiramisú, que mucho me temo que puede igualar o superar el de mi Padre y eso os aseguro que es una cosa complicada :-).

Os recomiendo que os deis una vuelta por su blog y en especial leáis su apartado "sobre mi", ella explica a la perfección como es, una persona a la que a todos nos gustaría conocer.

Carol empezó hace poco a realizar colaboraciones con otras compañeras. Se trata de publicar conjuntamente una receta con un temática común. Ella me propuso dedicarla a la comida Irlandesa, en ocasión de San Patricio y me pareció súper acertado. 

Ambas hemos escogido una receta dulce, para el desayuno o la merienda y compartimos como ingrediente estrella, la Patata.

Carol os presenta un Bizcocho de Chocolate y Patata y yo las Tortitas Irlandesas de Patata, Irish Potato Pancake o también conocidas como Boxty.

En mi caso, la he catalogado como receta dulce aunque podría bien etiquetarse como un plato de acompañamiento en una comida o cena.

No podía ser de otra manera, en Irlanda la Patata fue la comida básica durante años y años, por lo que no es extraño que a las tortitas del desayuno les añadieran también este ingrediente.

Ingredientes

- 125 gr. de Harina

- 125 gr. de patata cocida

- 125 gr. de patata cruda rallada (*)

- 125 ml. de suero de leche (leche, zumo de medio limón)

- Media cucharadita de sal

- Media cucharadita de Bicarbonato

- Un huevo

- Aceite o mantequilla para la sartén

Preparación (esta vez también SIN Thermomix)

- Primero vamos a preparar el suero de leche. No es necesario comprarlo preparado ya que es muy sencillo de hacer. En un vaso ponemos 125 ml de leche y le añadimos el zumo de medio limón. Mezclamos bien y reservamos.

- Hervimos una patata. Pasados diez minutos la pelamos y chafamos con un tenedor y dejamos enfriar.

- Rallamos una patata cruda con la parte más pequeña del rallador.

- En un cuenco ponemos los ingredientes secos, la harina, la sal y el bicarbonato y removemos.

- Mezclamos la patata cruda con la cocida, hasta que se convierta en una masa uniforme.

- Batimos el huevo y lo añadimos a los ingredientes secos y removemos con una cuchara de madera.

- Añadimos el suero de leche y seguimos removiendo.

- Añadimos la patata y mezclamos. No es necesario que quede una masa uniforme. Es normal que quede grumosa. Cuando se cocinen, los grumos desaparecen.

- Para cocinarlos hay que poner mantequilla o aceite en una sartén (yo utilizo mantequilla).

- El tamaño de cada tortita es a gusto del consumidor, yo las hago con una cucharada de sopa bien llena. Se han de cocinar un par o tres de minutos por cada lado, o hasta que notéis que salen burbujas.

- Ponerlas sobre papel de cocina mientras se cocinan todas.

- Servir y comer calientes.

Están buenísimas y son más contundentes que las Tortitas Americanas. 

La primera vez que las hice las tomamos para desayunar, en mi caso una con jamón y queso y otra con mermelada, mis hijos con Nocilla.



La segunda vez las hice para cenar como acompañamiento de salchicas de cerdo para los niños o con salmón ahumado para mi.  
Son ideales en ambos casos.

(*) Pero he de decir que la segunda vez, las hice sin la patata cruda, solamente con la patata hervida, y estaban igualmente muy buenas, casi diría que mejor.
Pero como la receta original siempre la he visto con la patata rallada, así os la he explicado.

Para finalizar os he de decir que otro motivo que hace especial esta entrada es que durante más de un año estuve trabajando en Irlanda, unos meses en Belfast, pero la mayor parte en Dublín. Tengo tantísimos buenos recuerdos de esa época que me hace ilusión dedicar una entrada a el día de San Patricio y a uno de sus platos típicos.

Aunque sinceramente, puestos a hablar de los platos típicos, estas fantásticas Tortitas deberían haber acompañado un mítico Full Irish Breakfast. 



Esta foto es de 2003, tomada en un Bed and Breakfast cerca de los Cliffs of Moher. 
Más adelante dedicaré una entrada de escapadas a recordar los preciosos lugares que visité en aquella época, y que tantas ganas tengo de volver a disfrutar.

No os engaño si os digo que esta receta se hace en un momento. Yo empecé sobre las 18:30 de la tarde y antes de las 20:00 ya estaban preparadas las tartaletas y en paralelo estaba haciendo la cena.

La hice un poco sobre la marcha, sin receta, improvisando y el resultado fue muy bueno. Si he de mejorar algo la próxima vez, es algo que he leído a posteriori, el hojaldre hay que pincharlo antes de meterlo en el horno para que no se bufe.

Ingredientes

- Una masa de hojaldre

- Fresas cortadas a trocitos

- Azúcar

- Crema pastelera (yo compré polvos que se preparan con leche)

- Gelatina o cobertura para tartas

Preparación (esta vez, sin Thermomix!!!)

- Lavar y cortar las Fresas, dejarlas en un escurridor con dos cucharadas de azúcar por encima. Con esto sueltan el exceso de agua.

- Mientras preparamos la Crema Pastelera. En mi caso al comprar el polvo preparado, se ha de disolver en leche, ponerlo al fuego y llevar a ebullición, bajar el fuego y remover durante 1 minuto hasta que espese. Reservar y dejarlo enfriar (en el paquete indica las instrucciones).

- Ahora preparamos las tartaletas mientras calentamos el horno a 200 grados.

- Yo he utilizado unos moldes de magdalenas. He cortado la masa de hojaldre en 6 trozos cuadrados sin quitar el papel de horno que llevan normalmente y los he puesto en cada uno de los 6 espacios.

- Se recomienda pinchar la masa (yo no lo he hecho), para que no se infle demasiado.

- Hornear durante 15 minutos a 200 grados.

- Dejar enfriar.

- Poner sobre las tartaletas dos cucharadas de crema pastelera y encima las fresas a trozos.

- Ahora hay que preparar la gelatina o cobertura de tartas. Yo he utilizado unos sobres que compré en  el Lidl, se prepara mezclando el sobre con 30 gramos de azúcar y disolviendo la mezcla en 250 ml de agua y poniéndola al fuego. Remover hasta que hierva y espese. Apartar del fuego, esperar a que se enfríe un poco, no demasiado, y pintar las frutas con ello. Esto hace que las frutas brillen y estén más dulces. 

Todo lo que hago con hojaldre recomiendo que se coma en el mismo día. Recién hecho siempre está más bueno. En este caso con más motivo, ya que la crema pastelera, aunque puede aguantar refrigerada, no aguanta muchos días. Aun así yo guardé dos en un recipiente hermético y las comimos para desayunar. 

Espero que os haya gustado.

Gracias por leer, comentar y compartir.

Hasta la semana que viene!